La historia completa, Brad Greenberg seleccionó a Allen Iverson #1 en el NBA Draft de 1996

Por Emmanuel “eMMa” Márquez

GUAYNABO – Veinticinco años antes de llevar a los Mets de Guaynabo a su primera Serie Final del BSN desde 1993, el técnico Brad Greenberg ya había hecho historia.

En 1996, el norteamericano recién comenzaba en su primera oportunidad como gerente general de los Sixers de Filadelfia en la NBA y tuvo la encomienda de seleccionar a solo uno, de entre un grupo de grandes jugadores que componían la mejor clase de nuevo ingreso en la historia y que revolucionaron la liga por los próximos 20 años.

Algunos de los nombres disponibles en esa lista incluían a Kobe Bryant, Steve Nash, Ray Allen, Stephon Marbury, Marcus Camby, Shareef Abdur-Rahim, Antoine Walker, Peja Stojakovic, Jermaine O’neal y por su puesto, Allen Iverson. Definitvamente una decisión más compleja que seleccionar una serie para ver en Netflix en estos días.

Greenberg había sido nombrado a la posición unos meses antes del sorteo de nuevo ingreso, luego de estar en la oficina frontal de los Blazers de Portland como escucha y director de personal.

“El equipo ganó la lotería y tenía la primera selección”, dijo Greenberg. “Yo fui nombrado el GM [gerente general] un par de meses antes del draft. Pasas por el proceso de mirar a los prospectos lógicos para las primeras selecciones y desde el saque, él [Iverson] por su puesto, era uno de ellos”.

Con tanto talento disponible, la decisión sobre la selección del que podría ser la nueva cara del futuro para una franquicia que llevaba cinco temporadas en agonía no podía ser tomada a la ligera. Con eso en mente, Greenberg y los Sixers decidieron invitar a un variado grupo de jugadores a sus sesiones de entrenamiento individual.

“Fue un gran draft ese año, así que trajimos a un gran número de jugadores a practicar y a pasar tiempo con ellos, Iverson fue uno, Marbury,  Ray Allen, Camby, Kobe. Teníamos tres picks temprano en la segunda ronda así que trajimos un bonche que sabríamos estarían disponibles tarde en la primera o temprano en la segunda ronda”.

Parte de la clase 2003 vía NBA (Marcus Camby; Ray Allen; Stephon Marbury; Kobe Bryant; Shareef Abdur-Rahim; Jermaine O’Neal; Steve Nash; Kerry Kittles; John Wallace; Antoine Walker; Samaki Walker.

El resto, como dicen por ahí, es historia. Iverson impresionó por su capacidad atlética y dinamismo. El diminuto armador de 6 pies y 165 libras, quien también despuntó como jugador de fútbol americano en la escuela superior de Bethel, llegaba a la NBA luego de dos magníficas temporadas en la Universidad de Georgetown, donde, bajo el legendario coach John Thompson Jr. promedió 23 puntos, 4.6 asistencia, 3.6 rebotes y 3.2 cortes de balón. Iverson fue galardonado en ambos años como el Mejor Jugador Defensivo de la conferencia Big East y en 1996 impulsó a los Hoyas al Torneo NCAA donde perdieron en la Final Regional del Este, ante Umass y los boricuas Edgar y Giddel Padilla, así como el francotirador Carmelo Travieso.

Sin embargo, no todo es cuestión de encestar balones y quebrar tobillos cuando se habla de un primer pick en la NBA. La imagen, el control de personal y la química entre jugadores también son factores. Greenberg dijo que el equipo quería asegurarse de que estaban adquirieron a alguien que podría ser dirigido por el técnico de primer año, Johnny Davis, luego del historial problemático de Iverson y que más notablemente incluía un episodio violento en una bolera el 14 de febrero de 1993 por el cual fue convicto y luego absuelto. 

“Hicimos mucho trabajo de investigación de su historial y antecedentes”, explicó Greenberg. “Teníamos a alguien del área de Newport que lo había cubierto desde que era un atleta juvenil y él nos explicó todos los aspectos legales de la pelea en la bolera y teníamos un buen control en eso. Simplemente pensamos que era el más rápido, veloz y el jugador más difícil de defender en el sorteo. Teníamos a Derrick Coleman y a Clarence Weatherspoon en el roster y a Jerry Stackhouse, tres jugadores con calibre para ser iniciadores, así que hacía sentido considerar un hombre grande o un jugador que creara y fuera dominante, y Allen era eso por encima de Marcus Camby”.

Allen Iverson recibe su camiseta del ex-comisionado David Stern luego de ser la primera selección en el draft de la NBA en 1996.

Con 21 años, el nativo de Hampton, Virginia, también llenaba el perfil de la nueva imagen que los Sixers querían llevar.  Un jugador tenaz y aguerrido, retado por su tamaño, pero con la actitud necesaria para conquistar el mundo.

“Él era un sujeto pequeño, a la fanática le suelen gustar los jugadores más bajitos y él era un tipo que jugaba duro todo el tiempo. Los fanáticos de Filadelfia querían ver que sus jugadores lo dieran todo y Allen llevaba su emociones. Tú podías ver cuánto significaba para él y cuán duro era físicamente. Era un talento especial”, dijo Greenber. 

Esa primera temporada en el estado famoso por los sándwiches de steak y queso, y las películas de Rocky Balboa, trajo altas y bajas para Iverson. Si bien es cierto que el armador logró ser premiado como el Novato del Año y también fue el Jugador Más Valioso del juego de estrellas de novatos, además anotó más de 40 puntos en cinco partidos consecutivos, Iverson no pudo hacer nada para mejorar el raquítico récord que tuvieron los Sixers de 22 victorias y 60 derrotas en la temporada.

Greenberg explicó que no todo fue culpa de Iverson para una franquicia que el año anterior había finalizado con marca de 18 y 64, que estrenaba nuevo presidente en Pat Croce, nuevo gerente general, nuevo coach, y que ponía en cancha todas las noches una de las combinaciones más jóvenes en el perímetro de la historia, a la vez que luchaba con las lesiones de sus veteranos.  

Roster de los Sixers para la temporada 1996-1997

Aunque solo compartió con Iverson durante una temporada, Greenberg asegura que siempre defenderá a “La Respuesta” [The Answer] a capa y espada, un jugador que revolucionó la imagen de la liga por su estilo callejero e irreverente, lo que inclusive llevó al establecimiento de un nuevo código de vestimenta por el entonces comisionado David Stern. 

“Yo siempre lo defenderé. Un tipo honesto, sin babosadas, nunca se echó para atrás, responsable por su conducta dentro y fuera de la cancha y en muchas manera tuvo un trato injusto de la prensa tratando de hacerlo ser algo que él no era. Si le preguntas a cualquier compañero de equipo, yendo atrás a escuela superior, o cualquier equipo de NBA, cualquier equipo USA, nadie dirá que era un mal compañero o que no amó jugar con él. Sus compañeros lo respetan en un nivel excepcional y no tienen nada negativo que decir de él. Todos dicen que él era genuino y que le encantaba estar a su alrededor.”

El ahora coach de los Mets salió de Filadelfia gracias a una virazón en la franquicia que trajo a Billy King como gerente general y a Larry Brown como dirigente [fue GM primero] al año siguiente, en 1997. Fue una combinación exitosa que los llevaría a disputar una final de la NBA en 2001 -la última hasta el momento-, y que tuvo a Iverson como el Jugador Más Valioso de la temporada. 

En retrospectiva, el técnico de 67 años entiende las críticas que pueden surgir por haber seleccionado a Iverson por encima de Kobe Bryant, esto a 25 años de la decisión y teniendo el privilegio de haber vivido ambas carreras en primera fila.

“Siempre sentí que para Filadelfia, en ese momento, él [Iverson] era la mejor opción sin duda alguna”, manifestó Greenberg. “Él revivió a la ciudad entera, pero también acepto que si lo hubieras comparado con Kobe, quien tuvo una carrera quizás más impactante, podrías tener el argumento de que Kobe terminó siendo el mejor jugador y que pudo haber sido la primera selección. Él era un jugador de escuela superior y yo no estaba cómodo de poner todos los huevos en esa canasta en ese momento. Lo entrenamos y fue espectacular”.

Allen Iverson el día de su draft en la NBA en 1996

Greenberg, quien ha dirigido en las ligas de Israel, Turquía, Kosovo, Rusia, Venezuela y además de ser asistente con varios equipos en la NBA y ser el asistente del Equipo Nacional de Canadá, dijo que solo Steph Curry está en posición de sobrepasar el legado de Iverson como el mejor anotador por debajo de los seis pies de estatura en la historia de la NBA.

“El legado de Allen es que es el mejor anotador pequeño en la historia del juego”, explica Greenberg. “Eso quizás cambie con la manera en que Steph Curry está jugando en algún punto, pero hasta ahora, con su promedio de anotaciones en su carrera [26.7ppg], que era top 5 hasta hace algunos años, Allen era un jugador ofensivo especial”.

Nadie me quita lo bailado, es una frase típica en Puerto Rico que Greenberg muy bien pudiera adoptar cuando describa su carrera ligada al baloncesto. El dirigente que ya anunció que regresará al frente de los Mets para la temporada 2021 del Baloncesto Superior Nacional de Puerto Rico, dijo que aunque hace años no ve a Iverson personalmente, vive tranquilo con haber tomado la mejor decisión en 1996. 

“Me siento bien con que esa selección ayudó a energizar el baloncesto profesional en Filadelfia y Allen tuvo una carrera espectacular en el Salón de la Fama. Es una de las experiencias más únicas que he tenido que siempre recordaré y me sentiré bien con ella”, cerró Greenberg.

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