Por: Emmanuel “eMMa” Márquez / foto:usdtoreros
SAN JUAN (Puerto Rico) – Isaiah Piñeiro nunca había visitado Puerto Rico hasta que recibió la llamada para ser parte de la preselección de baloncesto de la isla rumbo a la Copa Mundo FIBA 2019. Él posiblemente no conoce que el tabloncillo que pisa hoy en el Coliseo Roberto ha sido el canvas para que muchos héroes deportivos plasmaran su huella en la historia, utilizando la misma camisa que hoy lleva en su pecho.
Pero nadie se daría cuenta de esto si mira al corpulento jugador de 6’7’’, 215 lbs y 24 años desenvolverse en una de las últimas prácticas del combinado antes de partir hacia China. Piñero es vocal en cada uno de los picks que le hacen sus compañeros, bromea entre jugadas y exige esfuerzo durante los driles de acondicionamiento físico.
La autopista recorrida por Piñeiro para llegar aquí tuvo muchos contratiempos. Fue un camino accidentado, con paradas, peajes y falsas salidas pero que al fin y al cabo valió la pena, ya que hace unos días Piñeiro firmó su primer contrato como profesional con los Kings de Sacramento en la NBA.
“Ha sido una travesía, cada parte del camino ha sido más dura para llegar al próximo nivel pero con trabajo y determinación he sido capaz de hacerlo”, dijo Piñeiro a Easy Endurance. “Esa ha sido la única [clave], no quitarme, no rendirme, mantenerme en el gimnasio y trabajar extremadamente duro y buenas cosas han sucedido”.
Viajar por debajo del radar es el sello de marca en la trayectoria de Piñeiro, quien admite haber sido “underscouted” en varias etapas de su carrera. La otra constante, sin embargo, es el trabajo duro y la perseverancia para darle continuidad a ese plan de vida.
Luego de graduarse de la Escuela Superior Placer en su natal Auburn, California, Piñeiro llevó sus habilidades al Sierra Junior College donde promedió 15 puntos y 7 rebotes en su temporada de novato, ganándose una oferta para jugar baloncesto colegial de primera división en la NCAA.
En 2015 con la Universidad de Portland State, el jugador que apodan “Red” produjo para 12 puntos y 5 puntos en los 31 partidos en los cuales participó. Un año más tarde, Piñeiro decidió trasladarse a la Universidad de San Diego, donde estableció un récord de la institución para puntos anotados en una misma temporada con 677 y cuota promedio de 18.8 puntos, 9.4 rebotes, 2.1 asistencias, and 1.2 cortes por juego en su año senior para los Toreros.
Esa producción no fue suficiente para conseguirle un hogar profesional a Piñero, quedando fuera de la selecciones de nuevo ingreso en el NBA Draft de 2019. Pero ni siquiera esto lo detuvo.
Tras movidas de su agente, el jugador recibió varias ofertas para realizar sesiones de prácticas individuales con varios equipos, incluyendo a los Sacramentos Kings, franquicia que Piñeiro seguía por vivir a solo 45 minutos de su cancha y que eventualmente lo incluyó en la plantilla para la Liga de Verano en Las Vegas.
Allí Piñeiro tuvo una participación discreta en sus 14 minutos de oportunidad por partido con 4.6 puntos y 2.8 rebotes, pero dejó un sabor de boca suficientemente bueno para semanas más tarde sellar su primer pacto como profesional con la franquicia Californiana conocida por los tiempos de Chris Webber, Mike Bibby, Vlade Divac, Doug Christie y Peja Stojakovic. Algo que solo puede describirse como un sueño hecho realidad.
“Era un sueño firmar ese contrato, pero toda mi historia, toda mi travesía, ha sido un proceso y no ha sido fama instantánea, [ni] éxito instantáneo. Yo sé que mi carrera profesional será una lucha, así que este primer año será todo acerca de desarrollarme y tomar el año 2 y 3 para [llegar] al próximo nivel”.
De ambos abuelos puertorriqueños, Isaiah ahora tendrá la oportunidad de exhibir sus capacidades en uno de los más grandes escenarios del deporte mundial, el Campeonato del Mundo FIBA. Es una gran oportunidad para seguir probándose como profesional mientras representa el país de su ascendencia, rol que el jugador toma con recato.
“Yo soy un sujeto nuevo en el juego internacional pero, solo intento llegar y hacer lo que sea mi rol, ser agresivo como en colegial y el Summer League y simplemente jugar mi juego”, dijo Piñeiro. El mismo destacó la agradable recepción de un escuadra Borinqueña llena de veteranos y jóvenes profesionales, muchos de ellos con su mismo perfil; el famoso Nuyorican, en este caso de California. “Ha sido bueno, los muchachos han sido amables y me han acogido como una familia, como un hermano hasta el momento y estoy listo para competir tan pronto lleguemos a China”.
Con los 12 magníficos Piñeiro puede ser una integración interesante jugando en la posición número cuatro como delantero fuerte junto a Tyler Davis o Jorge Bryan Díaz como pivot. El californiano tiene buen tamaño y corpulencia para las posiciones 3 y 4 y su mecánica de tiro es un poema, especialmente cuando tiene tiempo y espacio para lanzar de tres puntos.
En defensa -área de su juego que parece disfrutar- tiene la movilidad para deslizarse con jugadores un poco más pequeños y rápidos como David Huertas y Gian Clavel, así también puede luchar cerca del canasto con personajes más combativos y astutos como Ramón Clemente. Queda por verse su juego en transición, aunque el despegue no debe ser problema, hay que esperar por oportunidades donde se le vea poner la bola en el piso y terminar con un tiro en movimiento, faceta que John Holland aportaba al equipo. Si Puerto Rico decide irse “grande” con Díaz o Davis de centro y Devon Collier como delantero, Piñeiro podría ir de alero y convertirse en una peligrosa arma ofensiva.
Además del baloncesto, el prometedor jugador ya cayó rendido ante uno de los placeres del país durante su primera visita a la isla, oportunidad que aprovechó para traer a su esposa “on a little Honey Moon”. “La comida aquí es tremenda”, dice Piñeiro con una ligera sonrisa en su rostro. “Ambos de mis padres son [de ascendencia] puertorriqueña, siempre cocinaban comida puertorriqueña en casa, pero es diferente en la isla, sabe un poco mejor. Las playas y toda la vibra es tremenda”.
A pesar de su dilatada trayectoria, Piñeiro está consciente de su cargo y las expectativas, sus pies aparentan estar bien cimentados en el suelo y su cabeza firmemente sostenida sobre sus hombros. La apuesta de Puerto Rico con Isaiah Piñero parece tener buenos dividendos. “No diría que soy un subestimado, porque pienso que puedo competir contra cualquiera a pesar de mi historia”, Isaiah Piñeiro”.
-eMMa.
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