Por Emmanuel Márquez – Especial para Clásico del Caribe
CANÓVANAS – El tresañero nativo Portentoso ganó su séptima y última carrera el 4 de diciembre del 2004. Ese día lo hizo como todo un campeón, frente a su gente, en el baile grande y en su mejor condición. Portentoso huyó de sus rivales de forma magistral para coronarse campeón de la Copa Velocidad de la Serie Hípica del Caribe.
Era solo la tercera vez que se celebraba el evento establecido en 2002, representando una gran oportunidad para los jinetes del patio que soñaban con cruzar la meta al frente en un evento internacional, y más sobre un pura sangre boricua. Ese fue el caso del estelar piloto Javier Santiago, quien recuerda con afecto una de sus montas nativas más importantes.
“Portentoso fue ese caballo en mi carrera que me dio la satisfacción en la Serie Hípica del Caribe que, como todo jinete latino, le gustaría obtener alguno de esos triunfos”, contó Santiago en entrevista con Easy Endurance.
Portenso, un hijo de Tactical Cat en la yegua Commish, nacido en 2001 en Haras Santa Isabel, llegó a la Copa Velocidad tras siete carreras en el año 2004, de la cuales ganó tres, incluyendo el Clásico Tomás Muñiz Ramírez (Gr. 2).
Por su parte, Santiago, quien regresó a Puerto Rico en ese año tras hacer campaña en la costa oeste de los Estados Unidos, dijo haber seguido el potencial del abonado del establo Sonata desde sus comienzos como potro bajo la preparación de Luis Salinas padre y luego Manolito Fernández, por lo que confiaba en hacer un buen papel.
“Como él estaba corriendo, sabíamos que tenía mucho chance porque en la carrera no se veía un fenómeno que viniera de otros países”, manifestó Santiago. “La carrera estaba bien pareja. Era un caballo local, ya conocía la pista, naturalmente sprinter, teníamos mucha fe de que si el caballo no ganaba, iba a hacer tremenda carrera porque en ese tiempo estaba muy bien”.
Puerto Rico tuvo su única representación en la prueba con Portentoso, quien se enfrentó al mexicano Sprint Jack y a cinco panameños; Cachito, Special Reserve, Timador, Perversa y Beckenbauer.
Portentoso tuvo un buen salto a la salida y se fue a dominar la prueba en los primeros metros desde los carriles exteriores. Tras pasar los primeros 400 metros en :22.96 y ser presionado por el grupo, el potro mejoró su paso en los 800 metros con un fulminante parcial de :45.88 con el cual sacó ventaja de tres cuerpos. Entrando en el estrecho final, Portenso nunca desmejoró su paso y superó la distancia de 1,200 metros con tiempo final de 1:11.23 con más de tres cuerpos de margen.
“Fue una de las carreras donde más duro él corrió porque yo lo sentí. Hay veces que uno se deja llevar por el tiempo, pero como la pista aquí varía mucho, no me dejo llevar mucho por el tiempo. Es lo que yo sienta y ese día yo lo sentí corriendo con mucho deseo y me corrió duro”, dijo Santiago.
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Santiago, quien tendrá a cargo la monta de Walkoff en la Copa Invitacional de Importados de este año y de Imparable en el Clásico del Caribe, recalcó la importancia que tienen los eventos de la Serie Hípica del Caribe para los jinetes de la zona.
“Para el jinete en Estados Unidos estamos hablando de Triple Corona y Breeders Cup”, explicó Santiago. “Aquí en Puerto Rico y en la región latina y el Caribe, estas son las carreras que muchos queremos lograr porque son competitivas con los caballos de afuera y tienes los mejores jinetes de cada país”, acotó el dueño de más de 2,600 victorias.
“Hay muchos caballos de los cuales tengo bonitos recuerdo, Gran Duque creo que fue mi caballo favorito, Además está Criador, que me hubiese encantado que hubiera corrido esa Copa Velocidad, un caballo sprinter tan natural, el corrió el Caribe. Portentoso está ahí en los caballos nativos buenos que yo he montado en Puerto Rico”, sostuvo Santiago.
Portentoso tomó la salida en 17 carreras con 7 primeros y 3 segundos para acumular $157,000 en premios. Aunque el ejemplar nunca volvió a ganar luego de la Copa Velocidad, vivirá el recuerdo de los boricuas como un gran velocista y en la memoria de Santiago como aquel que lo puso en los libros de historia de la Serie Hípica del Caribe.
“Su carrera como corredor no fue tan extensa, y en muchas de ellas no lo pude montar porque ya me había ido a Estados Unidos. A veces uno se pone a ver carreritas del pasado y me sale esa. Yo tengo fotos de esa carrera. Siempre uno las mira. Es bonito”, cerró Santiago.
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